viernes, 5 de diciembre de 2014

25 AÑOS. Cruz y cara en los barrancos de Cajigar y Obis


Cruz. CONGOST DEL RIU CAJIGAR
El 25 de noviembre de hace 25 años no realizamos la primera de este barranco. Encontramos un spit en uno de los bloques de la izquierda del gran caos del comienzo (aunque es verdad que, buscando el paso con cuidado, puede llegar a destreparse por su interior, si alguna riada no modifica las cosas). Lo cierto es que no nos extrañó demasiado. Aquel mismo año unos bomberos voluntarios de Benabarre me habían comentado que algún grupo de espeleología local hacía prácticas por aqui. No sé si serían ellos pero, por lo visto, el lugar era conocido. Por su parte, Fernando sabía de la existencia de un "congost"...
Lo que sí nos dejó fue sorprendidos. No esperábamos encontrar en estas tierras semejante desfiladero, tan profundo y bien esculpido.
Aquel día no hicimos el recorrido con un solo coche tal y como se realiza hoy. Fuimos con dos. Uno lo dejamos en Tolva y otro cerca de la salida por el lado de Ciscar. Bajamos todo ese tramo de río abierto hasta que la cosa se estrechó.
Fuimos José Albás, Fernando Biarge, Ramón Bitrián, José María Coiduras y Enrique Salamero.
Hacía un día fenómeno. El Pirineo estaba nevado y despejado. Por el barranco bajaba un cierto caudal y el agua, pese a las granjas de más arriba..., parecía bastante limpia.
Ese mismo día por la tarde realicé el croquis:





Estas tres diapositivas las tomé el 7 de abril de 1993. Y así lo conté en mi agenda:


He vuelto muchas veces. Siempre me ha parecido un lugar maravilloso.
Recuerdo que al poco de bajarlo aquella primera vez, llamé por teléfono a una casa particular de Ciscar. Me contestó una señora a la que pregunté si tenía nombre el desfiladero. Me dijo que tan solo le llamaban "el Congost". No hice por averiguar más.

Cara. BARRANCO DE OBIS
Aquí tuvimos suerte.



Un día como hoy hace 25 años Fernando Biarge y Enrique Salamero efectuamos el primer descenso del Barranco de Obis. No hizo falta colocar ningún anclaje artificial, había árboles donde eran necesarios. No vimos ningún cordino que delatara algún descenso anterior. Y el lugar eran tan apartado y "fuera de ruta" que, en aquel año de 1989, no nos cupo ninguna duda de ser los primeros.





Sin pensarlo mucho decidimos llamarlo con el nombre del pueblo deshabitado que se encuentra en cabecera. Sin embargo, el 3 de diciembre del año 2001 compré el libro de Javier Terrado "Toponimia de Ribagorza-2. Aren". En él se indica su nombre, Lo Garanto, y se explica muy bien el por qué. Casi la misma palabra aparecería bastantes años después cuando abrimos, también en Ribagorza, un encajado barranquito en Senz, cerca de Campo.
Este Barranco de Obis nos pareció entonces algo muy discreto, reseñable "por los pelos". Pero, con el paso del tiempo y los ojos mejor abiertos, he ido aprendiendo a apreciar los lugares en su justa medida. Y así lo comprobé la segunda y única vez que he vuelto, el 19 de diciembre de 2004, con ocasión de una salida que programamos en el club Peña Guara. Este día hacía mucho frío, más que la vez anterior, y la estrecha cuenca que recoge la zona del descenso era una auténtica bolsa de aire congelado. La roca estaba verglaseada y algunas pozas tenían 3 cm de hielo. En esta ocasión entramos por el cauce que se encuentra justo al oeste de la población.
Quien desee encontrar tranquilidad, camino y paisaje amables, rincones sencillos pero curiosos, restos de otros tiempos, aquí tiene donde volver más de una vez.



Estas imágenes traen buenos recuerdos. Me es fácil pensar en este lugar como algo solitario y anclado en el tiempo, y es verdad que, cuando allí hemos estado, ha sido en esos días propicios de invierno.

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